Que todo el pueblo le considere culpable de la muerte de su novia no es lo peor que puede pasarle a Ig Perrish, ya que cuando se levanta de una noche de borrachera descubre que le han crecido dos cuernos a ambos lados de la cabeza. Ese es el punto de partida de la segunda novela de Joe Hill tras El traje del Muerto y la historia que le sirvió para consagrarse como escritor de éxito con claras reminiscencias a su padre, el famoso Stephen King, pero con una personalidad propia. También es la nueva película de Alexandre Aja y un Daniel Radcliffe que consigue quitarse de encima las gafas de Harry Potter para siempre.
Stephen King es uno de los autores más adaptados a la televisión porque muchas de sus novelas se basan en ideas fácilmente adaptables y tiene una gran imaginación, y su hijo no podía haber tenido mejor maestro. Es cierto que deberíamos pensar si le gustaría que siempre se hable de él mencionando a su padre, pero me sumaré al tópico ya que es una buena forma de definir lo que hace: contar historias con personajes ordinarios que se ven atrapados en situaciones extraordinarias. Y el poder de Ig no consiste solo en sus cuernos, sino en que al parecer todos los que le rodean le confiesan sus más oscuros deseos. De ahí que sepa que hasta su propia familia le considera culpable del asesinato de su novia, y que decida aprovechar su nueva maldición para buscar al auténtico responsable.
Esta idea es típica de King, pero Hill consigue darle un toque personal al componer un guión mucho más gamberro, que se traduce en una película con bastante humor negro que la hace muy divertida. No es una cinta de terror, sino más bien una perfecta elección para pasar el rato con efectos especiales decentes y una brillante banda sonora con temas de Marilyn Manson o David Bowie. Daniel, que está consiguiendo convertirse en un actor por derecho propio y evitar el síndrome del niño-estrella, cumple con creces con su vestuario color mostaza disfrutando con lo que hace. Por eso me pregunto por qué esta película tuvo tantos problemas para estrenarse y sólo llegará a los cines el próximo Halloween, aunque ya puede descargarse sin problemas (no tengo muy claro cómo funciona el servicio Video on demand, pero me parece que es una plataforma legal de descargas. Estoy bastante perdido en este tema últimamente). Lo interesante de esto es que cada vez estoy encontrando más películas de presupuestos modestos que son más satisfactorias que los blockbusters, imaginativas y arriesgadas. Y eso es porque no dependen de grandes estudios o merchandising, y si os dais cuenta, es lo que más comento últimamente en las reseñas. Poder ver una película de esas que se quedan en nuestra memoria y revisamos de vez en cuando. Como esta próxima noche del treinta y uno de octubre con palomitas, amigos y ganas de pasarlo bien y disfrutar de una buena historia.